Es sabido que tal aprendizaje siempre lleva
inherente un cambio conceptual afectado por recomposturas en los que han
intervenido habilidades cognitivas como la atención, la memoria, la capacidad
de relación de conceptos, las estrategias de ajuste etc…en el que el resultado
final son un nuevo esquema en los que se proyectan una nueva representación al
más puro estilo de definición de la teoría piagetiana.
Dados esos esquemas, si me fijo en la concepción
inicial que tenía la alumna antes de exponerla a la experiencia del proyecto y
las ideas que tiene ahora, es patente que ha habido un cambio conceptual.
Primero con la pregunta inicial, y después con la ayuda del contexto y la
motivación. Se ha pasado de entender –que no es poco para su edad- que las
abejas además de picar, producen piel y
contribuyen al ecosistema –“porque las flores viven por ellas”-, a conocer que
cuando pican es porque se sienten atacadas, y que son insectos y no
animales.
Ahora que acaba el proyecto vale la pena resaltar la
perspectiva de Posner y Strike en la que para ellos un cambio conceptual sólo es
posible si existe un problema para cuya solución no bastan los conocimientos
previos de los que se disponen. Sin duda, parece que las ideas de Piaget sobre
acomodación, y asimilación se ajustarían bastante a esta forma de entender el
cambio conceptual.
No obstante existen otros autores para los que
dichos cambios no sólo tendrían que ver con dichos problemas sino con errores
conceptuales o ideas preconcebidas, para los que dicho cambio consistiría en
reorganizar y recategorizar conceptos. Otros como Sessa y Sherin, ponen de
relieve la importancia de los “primitivos
fenomenológicos” como constructo de ideas previas. Esta expresión viene a
decir que los conceptos no tienen la misma importancia y que algunos llevan
inherentes la construcción del conocimiento.
Sin
embargo, y respondiendo a una de las preguntas de la autoevaluación sobre si
para que haya aprendizaje es necesario que haya conflicto, mi opinión sería que
no siempre. Tal como expresa Mortimer (1995) un nuevo concepto no siempre e
inexorablemente conlleva la sustitución de ideas previas, dado que ellas pueden
ser compatibles entre sí y por tanto no existiría el conflicto tal cual lo
entendemos.
En
su ideario sobre el modelo conceptual, habla de cómo las ideas evolucionan
tanto a nivel individual como de aula en un proceso de e-a. Lo que sí está
claro y parece que no va contra ninguna otra perspectiva sobre el cambio
conceptual, es la manifestación de que la figura del educador –o el
psicopedagogo- es vital para favorecer dichos cambios y promover el aprendizaje
siendo capaz de promover y detectar nuevas posibilidades en el entorno más
inmediato –o no tanto- y en los intereses que muestran los alumnos.
No
obstante, siguiendo el hilo de la asignatura, se debe resaltar que la
perspectiva sociocultural-contextual de Bandura, así como la teoría de
acomodación de Piaget, y la ZDP de Vigostky también tienen un gran peso en el
aprendizaje significativo tal cual expreso en el mapa de más arriba. Además de
todo lo citado anteriormente, lo que es cierto es que el aprendizaje tendrá
lugar en un espacio-tiempo determinado en el que habrá interacción con el
contexto, sea este físico, virtual o humano, simple o lleno de disonancias.
Nuestra
labor pues es entender que el aprendizaje es construido y de que existen
ciertos elementos que pueden condicionar y facilitar el logro de otros, cual
andamiaje de Bruner. Lo que hará que lleve implícito que las actividades y la
exposición a nuevos retos sea con un grado adecuado tal de dificultad que
puedan ajustarse, compararse, complementarse o rechazarse conforme a su
estructura de conocimientos previos con el fin de dar significado a los
“nuevos” retos o conceptos a los que se enfrenta.
Ni que decir tiene que tal como declara Jonannsen
debe haber una alto grado de metacognición e intencionalidad. No se trataría, por tanto, de un aprendizaje
tradicional, memorístico-repetitivo a la vista de la interacción que existe
entre los alumnos y los instrumentos tecnológicos sino de un aprendizaje
gradual, funcional, que responde a un interés de ellos, significativo y
progresivo..
El aprendizaje
constructivista tiene como resultado que los alumnos aprendan más y mejor por un conocimiento construido mediante la
práctica, las experiencias, y las reflexiones con un papel activo. De nuevo,
tal como Jonassen piensa, se considera que los alumnos son diferentes y su
forma de aprendizaje también, por lo que el uso de diferentes medios por los
que transmitir la información y luego plasmarla obedece a sus intereses y
motivaciones, en las que además influirán a buen seguro las TICS para conseguir
un cambio conceptual a través de la observación, la reflexión, la manipulación
y el uso de material audiovisual a través del “learning by doing” o el
“thinking how to do it”.
En definitiva,
como psicopedagogos, lo que debemos pretender es que haya un aprendizaje
intencional fruto de propuestas a las que debe incitar el maestro, y a partir
de la cual ellos tomarán la iniciativa, así como que el grupo tenga un papel
activo en su propio proceso, que colabore en el de los compañeros bien con más
conocimientos bien proponiéndoles otros puntos de vista aunque no sean ciertos
(@ conversacional), pues de ellos se extraerán conclusiones más o menos
verosímiles si se pueden relacionar con el contexto inmediato sabiendo que el
conocimiento es construido y compartido a través de un interaccionismo
simbólico. Motivación, interacción, retos, exposición a experiencias,
feed-back, interés, participación, contextualiazación y funcionalidad son
conceptos muy ligados con el aprendizaje significativo.
Puesto que el
aprendizaje no es una cuestión de todo o nada y tiene sentido en continuo espacio-temporal,
la idea de que el alumno ni su desarrollo son dimensiones estáticas, nos debe
animar a orientar el proceso en conjunto con el resto de profesionales y agentes
partiendo desde una perspectiva sistémica del aprendizaje, y una visión de
andamiaje, para posibilitar la aportación de estrategias ajustadas y
contextualizadas, la mejora del progreso e-a, y por tanto, un progreso del
alumno facilitado por la aportación de los profesionales (ZDP-ZDI).
Por último, quiero
comentar que el diseño inicial propuesto no pudo llevarse a cabo por dos
inconvenientes. Así, en vez de aplicarlo a un grupo formal en el aula lo
apliqué a una niña pequeña de la misma edad para la que la actividad estaba
propuesta. Tampoco me ha sido posible la observación que tenía prevista en el
entorno natural de un colmenar puesto que los horarios de visita al público que
intenté concertar se reducían al sábado, un día de la semana que yo siempre
trabajo.
En definitiva, creo
que ha sido un proyecto interesante por lo creíble del tema, que ha supuesto un
verdadero aprendizaje significativo y cambio conceptual en la alumna, a pesar
de que se podía haber utilizado algún instrumento más tecnológico. No obstante,
el proceso tecnológico global creo que ha sido bastante positivo, aunque como
todo…sería mejorable con la propia práctica.
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